domingo, 29 de enero de 2017

La navidad

La navidad es una de las épocas del año que a mi parecer solo las deseas con ansia cuando eres niño, aunque también lo bueno que tiene es que te vuelves a juntar con toda tu familia de nuevo. Cuando era más pequeña las navidades me encantaban, montábamos el árbol y el portal de Belén todos juntos. Lo que más me gustaba sobre todo era cuando en Nochebuena mientras cenábamos, se escuchaban ruidos por la casa y todas mis primas y yo íbamos en seguida para buscar a Papá Noel pero solo encontrábamos los regalos. Todos los de la familia nos miraban como abríamos los regalos y en seguida nos poníamos a jugar con ellos. En esos momentos me lo pasaba muy bien con toda la gente que éramos en casa.

También cuando llegaba a casa después de ver la cabalgata y me ponía a buscar los regalos porque los Reyes Magos habían traído muchos. Mis padres me decían que los reyes habían llegado cuando estábamos en la cabalgata y me habían escondido los regalos por toda la casa.


Ahora han pasado los años y no es lo mismo, la mitad de los que nos juntábamos ya no vienen y ahora al ser todas las primas mayores no esperamos las navidades con tantas ganas. Aunque creo que esto pasa en todas las familias, cuando ya no hay niños pequeños no se viven igual las navidades. En mi casa ya no montamos casi nada, el árbol como mucho para tener algo y lo montamos sin ganas.
También lo único que se ve en la televisión de las navidades son todos los anuncios para que compres todo los regalos, así te quitan las ganas de seguir celebrando algo que se ha vuelto tan comercial.
Pero una de mis mejores navidades fueron las que pasé en Noruega. Nada más aterrizar todo el paisaje era blanco. Al llegar a la casa, había un gran árbol de navidad con todos los regalos debajo del árbol. El día de Nochebuena nos juntamos los vecinos del piso de arriba y nosotros. Cenamos todos juntos a las 6 de la tarde, que para ellos es su horario normal. Después de cenar uno de ellos se vistió de Papa Noel y nos iba entregando los regalos a cada uno. Los regalos había que abrirlos uno cada uno para que todos pudiéramos ver lo que nos regalábamos. Al final de la noche, ellos se pusieron a cantar canciones típicas noruegas pero a partir de las 12 cada uno se iba yendo a dormir. El día de Navidad fue más o menos igual, lo que más me gustó de la comida fueron unos postres típicos de allí en navidad, que estaban buenísimos. Pero a los 2 días siguientes tuve que volver a España para pasar el resto de las navidades con mi familia, aunque hice cosas que no había hecho nunca como esquiar, tirarme con trineo por la calle..


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